Costa Rica: Concejo Ditsö̀ Irìria Ajkö́nu̱k Wakpa Territorio Bribri de Salitre

El Concejo Ditso Iriria Ajkonuk Wakpa como una organización propia del Territorio Bribri de Salitre lleva muchos años de velar por el ambiente, recursos naturales y en general la niña Tierra, la cual nombramos Iriria. Este deber esta cimentado en los principios de la cosmogonía bribri así como todas las acciones que como organización llevamos a cabo en el día a día.

El CODIAW defiende los derechos humanos regidos por la enseñanza que nuestro creador Sibo nos dejó. Todo esto nos ha ayudado a mantener un trato equilibrado con la naturaleza, los animales y con nuestros hermanxs.

Dado la invasión de colonos no indígenas que mayoritariamente empezaron a llegar por allá de los años 30 en adelante en la zona hoy conocida como Buenos Aires, la población bribri se vio obligado a replegarse y desde sus propias posibilidades empezó a defenderse desde lo profundo de las montañas. Esto lo ha llevado a dar una lucha constante contra la destrucción del medio ambiente y sus recursos naturales. Ha tenido que luchar en contra de los colonos no indígenas y del aparato estatal que intenta exterminar todo indicio de la existencia del pueblo bribri.

En todo este proceso el CODIAW ha podido marcar diferencia respecto a otras organizaciones que se desligan de sus principios y terminan siguiéndole el juego al Estado, en lo claramente es una consecuencia de la neo colonización. Además esta diferencia se resalta en el hecho de que como organización hemos librado un movimiento fuerte para poder recuperar nuestras tierras, aquellas tierras que estaban siendo aniquiladas por la ganadería sin control y la deforestación masiva que estaba minando el agua y los minerales del suelo. Este movimiento logró recuperar un gran porcentaje de tierra robada que significó una base para que los Bribris pudieran exhalar un aire nuevo y recargar fuerzas para dar otras luchas. Bien decían nuestrxs antepasados que un bribri sin tierra es un bribri muerto, claro ejemplo de ello fue que al encontrarnos en un momento con el dominio en manos de los bribris de solo un 30% del territorio que nos había dejado el Estado, nuestro pueblo se veía en peligro de desaparecer. En nuestro territorio somos alrededor de 1800 bribris y lamentablemente no todos estamos conscientes de la situación a nuestro alrededor por lo que se tornaba una situación casi inmanejable el hecho de no tener acceso a lo más básico de nuestra supervivencia que es el acceso a la tierra, para sembrar y vivir.

Una vez que pudimos recuperar gran parte de nuestro territorio pudimos fortalecer todo aquello que estaba siendo perdido poco a poco, dentro de esto estaban nuestras prácticas ancestrales de siembra respetando las reglas culturales y por tanto respetando la tierra, también protegiendo los animales desde nuestra propias formas así como el uso de los recursos naturales, recordando que desde nuestra cultura bribri todos estos elementos que viven en la tierra son seres que deben ser respetados. Todo esto debido a la invasión que se estaba y se está llevando a cabo, se había debilitado al punto de que muchas familias clánicas han perdido el conocimiento respecto al trato que debemos darle a la Tierra.

Hay que enfatizar en el hecho que antes de que este continente conocido como América fuera invadida, los pueblos indígenas vivíamos en armonía con todo a nuestro alrededor.

El CODIAW en pocos años ha podido fortalecer las ceremonias ancestrales, construir edificaciones como el Usure, colaborar en la formación de autoridades tradicionales, fomentar el uso de la medicina natural de forma propia, realizar actividades culturales como la jala de piedra, entre otros, todas estas acciones son fruto de la lucha que muchas compañeras y compañeros han dado hasta el día de hoy, recalcar el gran trabajo que hizo nuestro compañero Sergio Rojas del clan Uniwak a quien le debemos gran parte de nuestra resistencia.

Bajo todas estas enseñanzas las nuevas generaciones tienen una mejor conciencia en cuanto a la importancia de la conservación ambiental y cultural como base de nuestro modo de vida permitiendo la libertad del espíritu y del pensamiento hacia nuevas formas de interiorizar las luchas de los pueblos indígenas.

Agradecemos a cada una de las personas y organizaciones solidarias que han apoyado nuestras luchas, a los que con su mano amiga fortalecieron las nuestras para llenarnos de dignidad.