El Salvador: comunidades organizadas frente a la crisis climática

Silvia Quiroa, integrante del Movimiento de Víctimas Afectados y Afectadas por el Cambio Climático (Moviac) en El Salvador, participa en el III Encuentro y nos habla sobre la experiencia de organización comunitaria frente a los graves impactos del cambio climático que afectan a la región.

Desde hace décadas, las comunidades salvadoreñas vienen enfrentando inundaciones, sequías, escasez de agua y alimentos, fenómenos que no solo se explican por la crisis climática global, sino también por las consecuencias de un modelo de desarrollo económico y social que vulnera los territorios. La expansión del agronegocio, la agroindustria y las empresas del plástico ha profundizado la contaminación y debilitado las bases de la vida comunitaria.

Ante esta realidad, Moviac se ha organizado para denunciar las causas estructurales de la crisis y, al mismo tiempo, impulsar propuestas emancipatorias que fortalezcan la autonomía de las comunidades. Entre sus luchas se encuentran la soberanía alimentaria, la gestión sustentable de los territorios, la defensa de los bosques y la reivindicación de lo público y lo político como herramientas fundamentales para la vida social.

El movimiento también trabaja en la articulación nacional, regional e internacional, sumando esfuerzos con organizaciones como Amigos de la Tierra Internacional, la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo y otros movimientos que luchan contra el modelo extractivo en Mesoamérica.

Este es un momento histórico de articulación regional, pues los programas y proyectos de las corporaciones y los Estados trascienden fronteras y requieren respuestas colectivas.

“No se trata solo de describir lo que pasa en nuestros territorios, sino de encontrarnos, compartir nuestras propuestas y fortalecer nuestras luchas emancipatorias”.

Moviac se consolida así como un referente en la defensa del ambiente, los territorios y la vida digna de las comunidades, demostrando que la organización popular es clave para enfrentar la crisis climática desde una perspectiva de justicia y soberanía.